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A comienzos de los 70, con mis 16-17 años, compré con la asignación paterna semanal mis primeros discos de música brasileña en la sección de música de Galerías Preciados en Santa Cruz de Tenerife. Lo recuerdo perfectamente, fueron unos LP del Maestro Soberano, Antonio Carlos Jobim y de mi adorada Elis Regina. En los discos de Tom Jobim ya pude escuchar dos de las canciones compuestas por él y que forman parte del germen que dio origen a la bossa nova, ese género musical original, que salió de Brasil a finales de los 50 y deslumbró al mundo entero codeándose con el jazz más selecto. Una de esas canciones enraizó tanto en mi persona, que le da nombre a este blog, "Desafinado", de Antonio Carlos Jobim y Newton Mendoça ("Se você
disser que eu desafino, amor, saiba que isto em mim provoca imensa dor. Se
você insiste em clasificar meu comportamento de anti-musical, Eu mesmo mentindo
devo argumentar, que isto é Bossa Nova, que isto é muito natural"). La otra, "Chega de saudade", es la canción con la que comenzó todo este gran movimiento musical, compuesta la música por Antonio Carlos Jobim y la letra nada menos que por el poeta, escritor e intelectual Vinicius de Moraes. Las dos, junto a otras, las interpretó con su inseparable guitarra, un cantante discreto llegado a Rio de Janeiro en 1957 con 26 años desde el estado de Bahía, de nombre João Gilberto, en el primer disco que se considera de bossa nova, editado en 1959. Por eso, a este músico que nos acaba de dejar y que le puso voz y un ritmo diferente a esas canciones de los entonces jóvenes compositores, los cuales querían hacer algo nuevo fuera del samba brasileño, se le considera sin duda alguna el "padre" de la bossa nova. Fue el que puso voz también, la noche del 2 de agosto de 1962 en el club Au Bon Gourmet de Rio de Janeiro, junto a Tom Jobim y Vinicius de Moraes, padres de la criatura, a la primera interpretación en público de la muy famosa "Garota de Ipanema". La bossa nova cautivó enseguida a los grandes músicos del jazz estadounidense, que se pusieron a realizar versiones y discos con todos los temas que componían sus colegas brasileños a la vez que invitaban a algunos de ellos, el primero Antonio Carlos Jobim, a dar el salto al mercado norteamericano. En este sentido, supuso todo un hito discográfico el álbum "Getz/Gilberto", que el acreditado saxofonista Stan Getz grabó junto a João Gilberto, su esposa entonces Astrud Gilberto y Antonio Carlos Jobim como invitado, para el prestigioso sello Verve en marzo de 1963. Compuesto enteramente por temas de bossa nova con arreglos "jazzísticos", este disco se abre con una versión de 5 minutos y 22 segundos de "la chica de Ipanema" (The Girl from Ipanema), cantada en portugués por João Gilberto, en inglés por Astrud Gilberto, al saxo de Stan Getz y al piano de Tom Jobim. Controvertido y polémico en sus relaciones personales y familiares, siempre prefería actuar solo, con traje y corbata, acompañado exclusivamente de su guitarra, para ofrecer un repertorio intimista, casi susurrando, en el que además de las composiciones de los grandes músicos brasileños, incluía también "standards" del jazz norteamericano, boleros cubanos o mexicanos y canción italiana o francesa. Todo Brasil llora la muerte del padre de la bossa nova y a sus fieles seguidores nos queda poder seguir escuchándolo sosegadamente hasta el final de nuestros días. Lo digo ya con mucha frecuencia, cada vez nos vamos quedando más solos.
Muere João Gilberto, padre de la ‘bossa nova’, a
los 88 años - Naiara Galarraga Gortázar/Marina Rossi – El País 07/07/2019
João Gilberto, el genio perfeccionista – Diego A.
Manrique - El País 07/06/2019
Chega de saudade
Desafinado
Brigas, nunca mais
Outra vez
Coisa mais linda
Você e eu
The Girl from Ipanema (con Stan Getz, Astrud Gilberto y Tom Jobim)
Corcovado (con Stan Getz, Astrud Gilberto y Tom Jobim)
Para machucar meu coraçao (con Stan Getz y Tom Jobim)
Meditaçao
Eclipse
Estate
Que reste-t-il de nos amours?
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