Fallece Aretha Franklin 16/08/2018

http://culto.latercera.com/2018/08/13/aretha-franklin-la-reina-del-soul-esta-gravemente-enferma-en-compania-familia/

La primera vez que escuché a la reina del soul fue en 1969, empezando mi adolescencia, cuando compré un disco recopilatorio del sello español HISPAVOX, "Lo mejor del año /6". Junto a "María Isabel" de Los Payos, "Qué tiempo tan feliz" de Mary Hopkin, "El río" de Miguel Rios, "Las flechas del amor" de Karina, "El tiempo vuela" de Los Pekenikes y otras canciones populares de aquel año, estaba la espléndida versión que hizo Aretha Franklin de "I say a little prayer" compuesta dos años antes por Burt Bucharach y Hal David para otra grande, Dionne Warwick. Fantástica, no paraba de ponerla en el tocadiscos. A comienzos de los setenta me hice con un doble álbum de espirituales negros, "Amazing Grace", grabado en 1972 por el sello Atlantic Records en una iglesia baptista de Los Ángeles (California). Con su padre también pastor baptista y criada al cuidado de la gran cantante de gospel Mahalia Jackson, Aretha interpretaba como nadie estos himnos religiosos. Siempre me ha emocionado especialmente de este álbum "Wholy Holy", compuesto por Marvin Gaye. Con el paso de los años he seguido permanentemente disfrutando de su amplio repertorio de canciones, vibrando con su ritmo, que te levanta los pies del suelo y estremeciéndome con esa voz desgarradora, que te pone los pelos de punta, pero también te puede sumir en la más profunda paz espiritual. Y en ocasiones hace que broten lágrimas de tus ojos, como le ocurrió al presidente estadounidense Barack Obama (quien la invitó a cantar en la toma de posesión de su primer mandato) cuando en 2015, en el Kennedy Center Honors, se homenajeaba a la cantante y compositora Carole King. Aretha Franklin, por sorpresa, interpretó en directo uno de los grandes éxitos de King, "(You make me feel like) A natural woman", convirtiéndose en la protagonista de la noche, con Carole King fuera de si y todo el auditorio puesto en pie, incluido la autora de la canción y el matrimonio presidencial Barack y Michelle Obama. Hasta siempre Aretha. Hasta que nos unamos contigo en las estrellas, seguiremos vibrando con tu voz, que siempre brillará con luz propia.