Incluso para quienes hemos seguido de reojo la
aventura delirante de Madrid 2020, resultaba excesiva la hinchazón retórica de
las autoridades y medios. Hinchazón que, como suele suceder, se ha resuelto en
un pedo que ha aliviado al paciente, aunque también, paradójicamente, le ha
hecho daño. Es muy duro acudir a urgencias convencido de que tienes un ataque
de angustia existencial y que te diagnostiquen una flatulencia. Pero, por Dios,
hombre, ¿no ve que yo soy un filósofo o un pintor o un poeta de la experiencia?,
¿no comprende, doctor, que cuando a una persona de mi categoría le duele el
pecho es por miedo a no saber quién es y todo eso? Pues no, dice el doctor, no
era pánico.
En efecto, al paciente le ha desaparecido el nudo
del pecho tras la liberación gaseosa, pero le ha asaltado la sospecha de que
quizá sea un idiota. A los madrileños, incluido Álvarez del Manzano, que
formaba, increíblemente, parte de la comitiva, se nos ha ido la desazón de los
días previos al dictamen del COI (¡qué descanso, porque era un sinvivir!), pero
se nos ha quedado cara de tontos. De modo que vamos a Buenos Aires con el 80% de
las infraestructuras realizadas y con el 98% de posibilidades de ganar, y
caemos a la primera. ¿Por qué? Porque eran gases. No había más que auscultar al
enfermo para detectar los vapores retóricos asociados a una inflamación
patriótica de la peor especie. En cuanto a lo de Ana Botella, la señora que
Ruiz Gallardón nos puso de alcaldesa para hacerle la pelota Aznar, inenarrable,
aunque francamente graciosa. Solo esperamos que ella también se haya desinflado,
adquiriendo conciencia de su verdadera estatura, y que el fiscal actúe de
oficio para que los golfos apandadores devuelvan lo que se gastaron en ese 80% de
infraestructuras que, como el aeropuerto de Castellón, nos tenemos que tragar
usted y yo.
Brillante, como siempre, Juanjo Millás en su columna de los viernes. Además, hacía tiempo que no me reía tanto, aunque la realidad sea para llorar o para cabrearse mucho.
Brillante sí, no lo niego. Pero a mí no me hace mucha gracia el fondo ni la forma de la cuestión, tal vez por esa consolidada manía que tenemos los españoles (que ya no sé quienes somos)de regocijarnos más del fracaso colectivo, que siempre es ajeno, que de celebrar los éxitos comunes, que casi siempre son individuales.
ResponderEliminarA mí me jodió (con perdón) que no concedieran a Madrid las Olimpiadas del 2020, como me jode (perdon again)que los mismos que brillan ahora con el fracaso, hubiesen sido los refulgentes con el éxito que pudo ser y no fue. Y bien que lo siento.
En fin, así nos va y es así como terminan las buenas iniciativas cuando quienes las promovemos somos mediocres resentidos y acomplejados.
¡Ya coñooo... habré perdido de repente el sentido del humor! No, qué carajo, lo que pasa es que con esto de catalanizar España, estamos ensayando para volver a dejar de ser 17, pequeñas y esclavas.
Saludos y disfruten musicalmente del fin de semana en la brillante selección de Desafinado... gracial al cual, ayer en "Pasapalabra" ... Con la "V", apellido de un reconocido cantautor bradileño... Y sorpendí a la Chely con mi inmediata respuesta Caetano Veloso ¡quién si no!
Abrazos a todos/todas los que por aquí se aso-men/aso-woomen.
Corzçao apasionaooo... Larala, laralala, lararalá
Pues relájate y ponte a escuchar toda la música que he añadido aquí en este verano. Ya verás que que te van a gustar bastantes cosas y así sigues ampliando tu cultura musical. Además, ya sabes, que todo lo que te guste, te lo grabo.
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