1973..... 17 años..... Inmadurez, contradicción permanente, dudas existenciales, inconformismo, rebeldía, indecisión, valores revueltos y cambiantes, ataduras, cobardía, miedo, egoísmo.....
El mensaje provocador que Tim Rice y Andrew Lloyd Weber imprimieron a esta obra, envuelto en la música rock y la estética hippie de aquella época, fue una ventana abierta de par en par, que dejó entrar un aire fresco para poder respirar en un estado de asfixia. Y aunque nunca tuve lo que hay que tener para romper las ataduras y volar lejos ("to San Francisco, for example"), simplemente escuchar estas (y otras) canciones una y otra vez en mi celda de aislamiento, me envolvía en una cubierta de ilusión ficticia, que me ayudaba (y me ayuda) a mantenerme vivo.
Han pasado cuarenta años, estos actores-cantantes (Ted Neeley - Jesús; Yvonne Elliman - María Magdalena) ya son sexagenarios (Carl Anderson - espléndido Judas negro - falleció), pero estas canciones y estas escenas de la película, rodada en Israel y dirigida por Norman Jewison, permanecen vivas y frescas en mi cerebro. Siguen alimentando la máquina de la ilusión ficticia a la que estoy conectado, no se por cuánto tiempo. Estoy seguro, que un montón de los que teníamos 17 años en 1973, las compartirán conmigo. Y eso también me hace ilusión.
Overture
Hosanna
Heaven on their minds
What's the buzz / Strange thing mystifying
Everything's alright
Simon Zealotes
I don't know how to love him
The last supper
Gethsemane (I only want to say)
King Herod's song
Could we start again, please
John Nineteen - Forty-One
Superstar
The last supper
Gethsemane (I only want to say)
King Herod's song
Could we start again, please
John Nineteen - Forty-One
Superstar
1973… 23 años, al fin Licenciados y, casi sin darnos cuenta, profesor Ayudante. No me acuerdo, mejor no me esfuerzo en recordarlo, pero sí sé que ya entonces llevaba gríngolas, adornadas con flores de Micromeria, las únicas que recuerdo de esa época hippie. No quedaba tiempo, no supe buscarlo, o no quise encontrarlo, para el rock, ni para la ópera… Si acaso para escuchar a Miguel Ríos en el Paraninfo, donde dicen se fumó marihuana, que para mí era una Cannabaceae de hojas palmeadas, una familia que había que impartir en clase y que pronto podría tocar en un tema de las oposiciones… Nos hacíamos mayores de prisa, tal vez demasiado, porque obedientes y disciplinados, tal vez “crecimos” pronto en demasía. O no. Yo que sé… y “qué sabe nadie de lo que es bueno o de los que es malo en el crecer”…
ResponderEliminarA Jesús Cristo Superstar lo conocí cuando ya era español, encarnado por cierto por uno magistral Camilo Sesto; y la Virgen, Ángela Carrasco, que vino de América…
Así son las cosas estimado Antonio… entonces 6 años de diferencia era un mundo… Entonces, pronto, sería yo el profesor y tú el alumno… y ahora ya lo ves, el tiempo nos ha juntado, y más, tú eres el profesor y yo el mal alumno que siempre he sido, disperso e incapaz de centrarme en un tema, por atractivo que sea el mismo, ni siquiera la música tan excelente que siempre nos traes aquí… Y es que el tiempo pasa y, quizás, aumenta la madurez y disminuyan las inquietudes, pero permanecen las dudas existenciales, las ataduras, los miedos, los egoísmos, la indecisión, los valores revueltos… y así será hasta el fin… Y no está claro que vayamos a resucitar, nosotros me refiero, Jesús sí lo hará el sábado de madrugada, cuando ya sea domingo de resurrección… Es Semana Santa y, en nuestra cultura cristiana, todos creemos –más o menos- en los milagros…
Abrazos.