Todos o casi todos los grandes músicos de jazz norteamericanos han grabado discos con canciones navideñas.
Dos clásicos interpretados por dos clásicos. Las "Navidades blancas" del maestro Irving Berling (1940), esta vez en la inconfundible voz rota de Louis Armstrong. Y la hermosísima "Canción de navidad", compuesta por el músico Mel Tormé en 1944, en la melodiosa versión de Ella Fitzgerald.
Con ella de fondo, pero en la sentimental interpretación de Nat King Cole (clic), todos los años desde hace tiempo, antes de la cena de nochebuena, en un momento de privacidad absoluta y necesaria, con un gin-tonic en la mano, me asomo a la terraza de mi buhardilla, siento el frío en mi cara, me llega el olor de las chimeneas encendidas, pierdo la mirada en el cielo estrellado y en las luces lejanas de las montañas que rodean la vega lagunera, recuerdo a los ausentes, respiro hondo y doy gracias por lo afortunado que soy de estar aquí un año más, con salud, con mi madre y sin penurias.....
White Christmas - Louis Armstrong
The Christmas Song - Ella Fitzgerald
Otros dos clásicos interpretados por el relevo generacional. Walter Kent y Kim Gannon compusieron en 1943 para Bing Crosby "Volveré a casa por navidad", canción melancólica en la que un soldado durante la Segunda Guerra Mundial sueña con regresar a su casa por navidad y de la que el joven "crooner" Michael Buble hace una intimista versión. De 1944 es la canción "Que tengas una pequeña feliz navidad", compuesta por Hugh Martin y Ralph Blane, magistralmente interpretada al piano por mi adorada Diana Krall y su trío de jazz.
I'll be home for Christmas - Michael Buble
Have yourself a Merry little Christmas
Diana Krall
Para partir el año (también un clásico en EE.UU.), la tradicional canción escocesa "Por los viejos tiempos", cuya letra es un poema de Robert Burns (1788), en este caso a ritmo de batucada trepidante, como sólo se les podía ocurrir a los "Martini rosa" de Portland (Oregon).
Auld Lang Syne - Pink Martini
Estimado Antonio...
ResponderEliminarFelices Fiestas. Como bien nos dices, esto es para oirlo tranquilito y sin el "sube yaaa... para que prepares los platitos de lomo y jamónnn"
Buenas noches y... volveremos.
Abrazos.
Vuelvo, porque la ocasión lo merece...
ResponderEliminarAntonio, felicidades. Por partida doble, además.
Primero: porque es lo que toca. Las fechas mandan, y vuelan (las notas y las fechas) desde la intimista Navidad, que ya dejamos casi atrás (suenan –de nuevo- las notas y la sedosa voz de Diana Krall, mientras esto escribo), hasta la escandalosa “batucada de fin de año”, que te despierta de la melancolía en la que te envuelven los primeros temas…
Segundo: Aún así, ninguna de las versiones me transportó a ese "momento especial" de verte, emocionado, contemplando las estrellas y recordando a los que se han ido… Se han ido, primero; otros iremos después y hasta bueno es recordarlo, no siempre, pero sí de vez en cuando (como el anuncio de cierta tasca próxima de mi casa)... Menos mal, que el choque del frío de la vega lagunera y el calor del gin-tonic, como la batucada, te devuelve a la realidad de que “para seguir, hay que bajar a cenar”… Y no es fácil y hasta comprendemos los que se suben a la buhardilla y ya no vuelven a bajar… porque se quedan "absortos o lelos", ¿encandilados? por el fulgor desenfocado de las estrellas, más brillantes cuanto más negra es la noche: paradojas de la vida…
Voy a subir. Hoy no me ha llamado Chely, pero necesito un ginc-tonic… Y no me subo a la azotea, por si acaso me de por… mirar a las estrellas.
Un abrazo (recuerdos para doña Ángeles).
Pues si, la interpretación que hace Nat King Cole del tema "The Christmas Song", me llega hasta lo más profundo esa noche.
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=I5s8h2d1RK8
Y, lógicamente, desde hace ya unos años, en ese momento especial, inevitablemente surge el interrogante ¿el próximo año, si yo llego con salud, habrá alguién más en el salón esperándome para cenar cuando baje de la buhardilla?.
Queda pendiente la selección de Diana Krall.
Pregunta de difícil respuesta, estimado Antonio...
EliminarEn principio sí, es bueno pensar que siempre nos espera "alguien"...
Ya nos veremos. Seguimos convalecientes, pero mejorando.