Otra de las novedades musicales de este otoño, es el nuevo disco de la cantante y pianista de jazz canadiense Diana Krall, Glad rag doll (Verve Records). Sin duda una de las mejores intérpretes contemporáneas de este género musical, relevo de las grandes divas del pasado siglo. Soy un incondicional de ella desde que a mediados de los años 90 escuché su espléndido disco All for you (1996) (clic), en homenaje al trío de jazz de Nat King Cole. A partir de ahí, me he hecho con toda su discografía.
Pocos sabrán, pues aún no era muy conocida en nuestras islas, que la pudimos disfrutar con su piano, el 24 de julio de 1998, nada menos que en el entrañable paraninfo de la Universidad de La Laguna, antes de que entrara en estado ruinoso. Posteriormente, tuvimos la oportunidad de verla y escucharla de nuevo en la isla el 12 de diciembre de 2004, actuando con mucho más público, en el Auditorio de Tenerife.
Tras una portada que me parece de lo más hortera (quizás inspirada por su extravagante marido, el también músico inglés Elvis Costello), se encuentra un disco, que se nos aleja del jazz clásico al que nos tiene acostumbrados o de la bossa y las baladas melódicas, edulcoradas con violines de algunos de sus discos. Se introduce en un jazz primitivo, con sonidos y ritmos de blues y country, en una serie de canciones norteamericanas antiguas, de las primeras décadas del siglo XX, grabadas al parecer en discos de 78 rpm de su padre y que ella escuchaba de pequeña. Sustituye el piano de cola por el vertical más brusco, pero no suena demasiado, pues son protagonistas las guitarras (acústica y eléctrica de Marc Ribot) y otros instrumentos del mismo grupo, como el banjo, la mandolina y hasta el ukelele. Desde luego, es un disco distinto, al que cuesta entrar (al menos a mi me ocurrió) y con el que uno se reconcilia, al menos en varios de sus temas, después de oirlo varias veces.
We just couldn't say goodbye
Glad rag doll
Let it rain
Wide river to cross
¿Pero la de la portada es ella o no?
ResponderEliminarSi es ella, y además canta, como canta... Entonces, te diría que estoy en total desacuerdo contigo... Más que hortera, el marido es muy generoso al mostrarnos la imagen...
¿Y la música? Bien, muy bien. Aunque ya se sabe, los que somos limitaditos, si miramos no escuchamos...
Enhorabuena y gracias por descubrirnos estos mundos ignotos... y estas portadas horteras, claro. (Hoy hemos roto la línea editorial, tal vez como dice la hija de tu amigo: "demasiado antigua").