Hacía tiempo que no me hacía eco de la voz de Iñaki Gabilondo a través de su videoblog en el periódico El País. La intervención de hoy, una vez más, en mi opinión, no tiene desperdicio. Una auténtica crítica a la denominada clase política, pero también una clara autocrítica general a la ciudadanía, que por fuerza nos tiene que hacer reflexionar y actuar. Si no es así, mal asunto....
Don Antonio, una vez más, los que nos asomamos a tú blog con cierta asiduidad, tenemos el deber de manifestar nuestra gratitud, por el esfuerzo que supone desvelar tanta buena información y tanta buena música. Desconozco el "índice de impacto" que el mismo pueda tener en la sociedad en general y, en particular, en el entorno personal y amistoso más inmediato. Es una pena que los visitadores no se prodiguen más con algún comentario, porque los temas y asuntos tratados así lo merecen. Es verdad que la información y las posibilidades de la red nos abruma. Nos faltan horas al día para poder atender y tratar de gestionar tantos frentes, pero aquí siempre nos brindas un refugio de "selecta e inquieta paz cultural". Gracias.
ResponderEliminarGabilondo, en la mayoría (decir siempre, es arriesgado) de las ocasiones tiene la virtud, para mi gusto, de dar en el clavo con sus reflexivos y ponderados comentarios.
En cuanto al "tema de hoy", nada que no hayamos comentado. Me temo que ese espíritu de consenso crítico, reflexivo, generoso, etc. que imperó durante la transición, se ha perdido con los 30 años de democracia. Lamentable, preocupante y paradógico (¡hasta cierto punto!), el que la dictadura fuera capaz de generar un clima más propicio para la razón y el entendimiento, que la democracia. Algo habremos venido haciendo mal, para llegar al punto en el que nos encontramos. No se cabreen los expresidentes, ni los partidos políticos, ni los profesores de universidad... Es evidente que no hemos sbido rentabilizar y cultivar la madurez, la seriedad, el respeto, la verdad, la coherencia, etc. que exige una verdadera democracia, cuando se rige por personas responsables y no por pillos oportunistas. Estos últimos no son todos, claro, pero sí son demasiados.
Fíjate tú: tal vez todo empieza por haber perdido la capacidad de comunicarnos con los demás, de dar por hecho que los "comentarios" los escriben los otros y ser incapaces de traspasar nuestras inquietudes, nuestros problemas y nuestras soluciones al resto de la sociedad... porque eso nadie lo pide en las reiteradas "evaluaciones del profesorado" (no sé en qué estaría pensando)... un profesorado que, cada vez más, se autofecunda, esporula y extiende la esterilidad virtual. Por que todo esto es una pérdida de tiempo, cosas de los que no investigamos, ni sabemos lo que es o debe ser una Universidad para formar personas.
Debe ser eso... En otras palabras: "cosas de Pedro".