Chavela Vargas en una imagen de 1996. / SANTOS CIRILO – El País.
Fallece Chavela Vargas, la mujer que forjó un mito latino – Salvador Camarena – El País 05/08/2012
Fotogalería - El País 05/08/2012
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/08/02/album/1343872877_527874.html#1343872877_527874_1343882523La del estribo – Diego A. Manrique - El País 05/08/2012
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/08/05/actualidad/1344191485_108605.html
Adiós, volcán – Pedro Almodóvar – El País 05/08/2012
Quién pudiera reír como llora ella – Joaquín Sabina – El País 05/08/2012
Joaquín Sabina - Por el bulevard de los sueños rotos
Se nos ha ido Chavela Vargas y a pesar de que llevaba varios días despidiéndose, nos hemos quedado envueltos por las sombras.
Fue generosa y hace menos de un mes nos regaló un último recital de poemas y canciones en Madrid.
(Noche grande en la Residencia de Estudiantes – Rocío García – El País 11/07/2012 http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/07/11/madrid/1342005297_769938.html).
Hasta que nosotros nos vayamos también, nos dejaremos envolver por su alma, por su voz y sus canciones. Hasta siempre Chavela.
Chavela Vargas - Sombras (Cuando tú te hayas ido)
El 23 de junio de 2006 actuó en el Auditorio de Santa Cruz de Tenerife y nos dejó algunas de sus canciones más representativas. Con la voz ya desgastada por los años y el tequila, susurró "La llorona", se despidió de "Las simples cosas" y se tomó "El ultimo trago".
Chavela Vargas - "Llorona"
(Santa Cruz de Tenerife, 2006)
Chavela Vargas - "Las simples cosas" y "El ultimo trago"
(Santa Cruz de Tenerife, 2006)
Completos y emocionados recuerdos (textos y canciones)a doña Chavela... Esta gran mujer, de la que siempre me impactaron sus grandes manos y cabellera anudada en un moño... Verla a ella, fuerte, cruda y tierna a la vez, era ver a mi abuela Dolores...
ResponderEliminarUn mito, al que el paso del tiempo y el aguardiente, nunca consiguieron restarle respeto y carácter... Cuando abría los brazos en cruz y desplegaba su ponche, siempre daba la impresión que nos abrazaba a todos y entre sombras nos arrastraba por el bulevar de los sueños rotos...
Estimado Antonio, una vez más, gracias por el regalo, que una inoportuna gripe no me había dejado disfrutar... Nunca es tarde para pasear por el bulevar de doña Chavela.