La reina del gospel interpreta como nadie este himno cristiano compuesto por el clérigo y poeta inglés John Newton en 1779, que se convirtió en uno de los más bellos espirituales negros de EE.UU., cantado en todas las ceremonias religiosas como expresión de gratitud por la libertad y la abolición de la esclavitud.
Muy bien. Esta novela (bien podría ser narración histórica) y este canto (o llanto desgarrado). Son como una "bofetada" para los mimosos que nos quejamos por la situación actual que nos toca vivir en los Estados Desunidos de Europa... ¡Anda que no nos queda nada!
ResponderEliminar1779... Si no estoy equivocado, diez años después (1789) vendría la Revolución Francesa, con su libertad igualitaria y fraternal... Sí, sí, sí... como la prima de riesgo: igual para todos.
Bonito himno, aunque escuchándolo y viendo gesticular a este portento, como no entiendo el inglés, más que gratitud por la libertad, me parece mejor una queja por el abuso.