No he leído nada del escritor sueco Henning Mankell, al que hace referencia el artículo de Diego A. Manrique, pero me he dejado llevar por su contenido y, como siempre, por la brillante redacción de este crítico musical, al cual sigo desde hace muchos años en la prensa escrita y en sus programas musicales de radio. Tristeza, melancolía, nostalgia.... Yo también, al igual que el inspector Wallander, tengo en mi buhardilla habitable 700 LP y unas decenas de "singles" de vinilo, no abandonados, conservados como una joya, pero ciertamente, apenas ya escuchados. Algunos heredados de mis padres, pero la mayoría comprados por mí desde la época de mi inocente adoslescencia. Son como incunables. Muchos ya no los oiré girando en el plato de mi equipo de música, en lo que me reste de vida. Entre otras cosas porque mi romanticismo musical no llega al extremo de añorar los ruidos y chasquidos de la aguja al pasar por los surcos desgastados del vinilo. Prefiero el CD limpio. Y soy el hombre más feliz del mundo cuando logro hacerme con una edición restaurada y clara de algunos de esos LP preferidos, comprados hace tantos años y ya descatalogados, que forman parte de mi vida y que contienen no sólo música sino también los recuerdos más íntimos, los momentos más felices, los amores perdidos y la nostalgia de una época que ya no volverá. Como por ejemplo, hace algunos meses, el LP "Cannons in the rain" (1973) del cantante country norteamericano John Stewart; o el LP "Pastiche" (1977), del grupo vocal también norteamericano Manhattan Transfer; o el LP "Dream come True" (1980) del guitarrista estadounidense Earl Klugh.
JOHN STEWART- Armstrong
THE MANHATTAN TRANSFER - Gal in Galico
EARL KLUGH - Doc
Estimado Antonio, te has lucido en los párrafos dedicados a los vinilos y al susurro de los sueños que van camino de perderse para siempre.
ResponderEliminarPreciosos, sinceros y sentidos.
700 LP son muchos... y duele pensar que entre sus millones de surcos permanecen sueños irrecuperables, que ya nunca volveremos a escuchar.
Un abrazo, sentido, inevitablemente existencial y melancólico. Hoy, más que nunca he mascado la cita que Laurence Durrrel pone ¿en boca de Justine?, y que enmarca la portada de tú blog.
Gracias Pedro. Efectivamente, la música, mis discos, no son sólo una afición. Significan mucho más. Siempre han sido, son y serán mi refugio. Algunas veces aún pongo alguno de esos vinilos en el plato del tocadiscos y ciertamente tendré que hacerlo más a menudo.
EliminarSi 700 LP te parecen muchos, te diré que ahora mismo el número de CD es justo el doble, 1.400 (los tengo contados). Ya no se ni lo que tengo y muchas veces me sorprendo a mi mismo recuperando un disco del que no me acordaba y disfrutando de nuevo con sus buenos temas.
Una pequeña muestra es la que voy poniendo en el blog. Así que ya sabes, tu sigue comentando los que te gustan y yo los iré seleccionando para grabártelos.