Hace 10 años fue a realizarse un retoque estético en los pechos y el médico le recomendó que viera a un especialista porque tenía un pequeño hueco en uno de ellos. Desde entonces venía luchando contra ese cáncer, que la venció el pasado miércoles 6 de junio, sin dejar de trabajar. Se llamaba Palma Nicolina Ravallo (Ciudadela, Argentina, 1935), era hija de italianos y su padre fue quien la bautizó con su nombre artístico. Comenzó haciendo de gauchita, acompañando a su hermano Manuel, a quien apodaban El Colorado, recorriendo la provincia de Buenos Aires, interpretando el folclore criollo.
Dueña de una voz privilegiada, lideró diversos conjuntos. Empezó en el trío Las Alondras, integrado con su cuñada y concuñada y con la fuerza de su voz como estandarte, con el que realizó una gira par Brasil, país en el que se estableció un año. A su vuelta, quedó cautivada por los negros estadounidenses de The Platters, que actuaban en Buenos Aires, y decidió formar un quinteto con ese estilo. Lo ideó con Ricardo Romero, a quien conoció como integrante de Los Cuatro Bemoles, otra idea suya. Lo rebautizarían como Los Cinco Latinos y desde que salieron de las gateras corrieron con el viento del éxito a favor. Ricardo Romero, Mariano Crisiglione, Héctor Buonsanti y Jorge Pataro (reemplazado en México por Carlos Antinori) eran músicos y a la vez coristas del conjunto. Con Romero se casaría en 1954 y tendrían tres hijos. Las puertas internacionales se les abrieron de par en par y viajaron por medio mundo. Brillaron como artistas exclusivos en el Show de Ed Sullivan, en Nueva York. Fueron aclamados en giras por Francia, España, Italia, Grecia, Inglaterra, Portugal, Sudamérica o México. En Argentina declararon a Estela "la mejor cantante de jazz" en 1955, cuando logró grandes éxitos con la orquesta de Raúl Fortunato.
Ana Belén recordaba hace años el asombro que le produjo la voz de Estela Raval a su paso por España. En 1988 se separó de su esposo, aunque continuaron siendo amigos hasta el final. Ella se retiraría algún tiempo para criar a sus hijos, pero siempre la requerían para conciertos, giras y grabaciones. Incluso cantaría acompañada por su exesposo, por la gran orquesta de Mariano Mores o con Los Panchos. Además cantó con Paloma San Basilio, Alberto Cortez, Sandro, Víctor Heredia, José Luis Rodríguez El Puma, Cacho Castaña o María Marta Serra Lima, en dúo vocal. Lo increíble es la musicalidad y potencia de su inagotable garganta, que no sufrió mella con los años y que se vería reforzada por una madurez vocal e interpretativa excepcional. Tenía una facilidad innata para acomodarse a toda suerte de ritmos, como si fueran parte de su vida.
Nacida en Ciudadela, provincia de Buenos Aires, el hilo conductor del tango no podía apartarse de su camino y así brotaron en cascada de su arte temas gardelianos, milongas, valsecitos y letras tangueras que cobran nueva vida en su vitalidad expresiva y rítmica, encendida como una llamarada, pese a provenir del mundo del pop. De aquella ingenua adolescencia musical que la lanzó por el camino del canto quedaba la ilusión sin límites, reforzada ahora por su enorme profesionalidad, que le hizo superar difíciles momentos íntimos. Siempre estaba reapareciendo y brillando con esa rutilante luz propia que no se apagó hasta el final de sus días.
Estela Raval, la menor de ocho hermanos, nunca perdió la humildad con que la criaron sus padres y destacó, no sólo como icono musical indiscutible, sino también por su don de gentes. Pese a ser una estrella de primera magnitud, nunca tuvo aires de diva y por eso su partida definitiva fue acompañada por el cariño de tanta gente. Los españoles que descubrieron a Los Cinco Latinos a finales de los años cincuenta y que asistieron a sus diversas actuaciones posteriores en España difícilmente la olvidarán.
Estela Raval y Los Cinco Latinos
Quiéreme siempre
Estela Raval y Los Cinco Latinos
Eres diferente
Absolutamente retro, pero delicioso. Con estas canciones de final de los cincuenta y principios de los sesenta, bailaban mis padres......
Una voz redonda y rotunda; y una profesionalidad ejemplar... De Venezuela, de la mano de los tíos, llegaron a mis oídos los "cinco latinos" en forma de "vinilos" long play... que luego reproducían las "deliciosas" orquestas locales en "verbenas" y "asaltos"...
ResponderEliminarRecuerdos llenos de inevitable nostalgia.
P.D.- Me queda tarea, quiero leer con calma a don Felipe y a Marín... para analizar esa nueva transición de la que nos hablas.