No me importa confesarlo. En absoluto ignoro la política, motor de progreso y convivencia menos mala, a veces honesta y noble, otras no tanto, muchas en absoluto. No lo sé, quizás por falta de verdadera cultura política o quizás porque, en mí caso, los esfuerzos personales eclipsan los aportes colectivos, me confieso escéptico. Muy pocas veces la política o los políticos consigue arrancarme de ese escepticismo, mucho menos apasionarme con sus diferentes corrientes ideológicas. También lo reconozco, D. Felipe González, bueno o mejor, carísmático o encantador, acertado o un poquito menos... ha sido uno de esos pocos líderes políticos en los que he creído. Sin fanatismos, faltaría más. Y a estas alturas, menos.Pero sí, creo que fue un gran presidente y borró el fantasma de las "maldades" que de la "izquierda" pesaban sobre este país. Su visión del estado, de España, y de Europa, siempre me pareció compartible.
¿Volver?... para qué, para sentir otra vez... Las milongas en La Pampa...
No me importa confesarlo. En absoluto ignoro la política, motor de progreso y convivencia menos mala, a veces honesta y noble, otras no tanto, muchas en absoluto.
ResponderEliminarNo lo sé, quizás por falta de verdadera cultura política o quizás porque, en mí caso, los esfuerzos personales eclipsan los aportes colectivos, me confieso escéptico. Muy pocas veces la política o los políticos consigue arrancarme de ese escepticismo, mucho menos apasionarme con sus diferentes corrientes ideológicas.
También lo reconozco, D. Felipe González, bueno o mejor, carísmático o encantador, acertado o un poquito menos... ha sido uno de esos pocos líderes políticos en los que he creído. Sin fanatismos, faltaría más. Y a estas alturas, menos.Pero sí, creo que fue un gran presidente y borró el fantasma de las "maldades" que de la "izquierda" pesaban sobre este país. Su visión del estado, de España, y de Europa, siempre me pareció compartible.
¿Volver?... para qué, para sentir otra vez... Las milongas en La Pampa...